La comunidad salesiana de Macul celebró el Te Deum por los 130 años de presencia salesiana en la comuna, una instancia de oración y acción de gracias que reunió a toda la familia salesiana en torno a la fe, historia y esperanza compartida.
La solemne celebración litúrgica fue presidida por el obispo auxiliar de Santiago, Mons. Luis Migone Repetto, quien en su homilía invitó a la comunidad a “mantener viva la esperanza y alegría del Evangelio, siguiendo el ejemplo de Don Bosco y espíritu de servicio que caracteriza la misión salesiana”.
Además, se contó con la presencia del Inspector, P. Nelson Moreno, junto a diversos invitados salesianos provenientes de distintas comunidades del país, quienes se unieron en este significativo acto de gratitud.
La ceremonia reunió a autoridades, familias, estudiantes, exalumnos, docentes y asistentes de la educación en un profundo gesto de acción de gracias a Dios por la historia compartida, sueños cumplidos y camino recorrido junto a tantas generaciones.
Durante la celebración, se recordó con emoción el camino iniciado el 8 de diciembre de 1885, cuando se colocó la primera piedra de la Parroquia Sagrada Familia, hito fundacional de la obra salesiana en la comuna. Décadas más tarde, el nacimiento del Liceo Camilo Ortúzar Montt consolidó la misión educativa y pastoral, formando generaciones de jóvenes bajo el lema salesiano de “buenos cristianos y honestos ciudadanos”.
Asimismo, se rindió homenaje a la Casa de reposo Felipe Rinaldi, espacio de oración y discernimiento vocacional, y se reconoció la labor del P. Sergio Astorga, actual director de la obra salesiana en Macul, por su liderazgo y testimonio que mantienen viva la llama del carisma de Don Bosco.
El Te Deum se enmarcó en el Año Jubilar, tiempo de gracia y renovación espiritual que invita a abrir las puertas del corazón a la misericordia de Dios y a renovar el compromiso con la justicia, fraternidad y esperanza.
El canto, oración y signos litúrgicos marcaron una jornada de profunda unidad espiritual. La comunidad agradeció especialmente la presencia de Mons. Migone, del Padre Inspector Nelson Moreno y de todos los invitados que acompañaron este momento tan significativo para la familia salesiana.
Al concluir la ceremonia, se destacó que conmemorar 130 años de historia es también proyectar el futuro con fe, recordando que “Educar es un acto de amor”, tal como enseñaba Don Bosco.
Finalmente, se realizó la bendición del monumento de Camilo Ortúzar Montt, donado por exalumnos del liceo. Este símbolo, ubicado en el corazón de la comunidad educativa, representa el legado vivo de quienes fueron formados bajo el espíritu salesiano y que, con gratitud y compromiso, continúan siendo parte de esta gran familia que sigue soñando y construyendo futuro.